Algunas empresas nunca usaron catálogos promocionales en sus productos porque consideraban que era un gasto innecesario ya que la mayoría de los juguetes se promocionaban sólos, como era el caso de aquellos con series animadas en televisión, lo que consideraban el mejor comercial de media hora, sin contar que durante los comerciales salían propagandas de los juguetes y era justamente el momento en que el niño que iba a querer ese producto iba a estar mirando, por lo que cualquier otra forma de publicidad era innecesaria.
O sea, esas empresas que no creían en los catálogos en cada uno de sus productos si sacaban catálogos, pero eran anuales o semestrales con todos los productos de la marca, como era el caso de Matchbox (por poner sólo un ejemplo). También existieron en Estados Unidos los famosos catálogos navideños de las grandes tiendas como SEARS que sacaban el catálogo soñado por cualquier niño para la época, con todos los juguetes que podrían imaginar.
Lo que ellos no sabían (o no querían ver) es que el principal consumidor, quienes fuimos niños en esa época, nos volvíamos locos mirando esos catálogos una y otra vez, por lo que los juguetes más exitosos de la época fueron los que incluían los catalogos a diferencia de los que no, a pesar de que tuvieran una serie de TV.
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Catálogo Transformers 1987 por ambos lados |
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Catálogo |
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MASK 1986 |
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He-Man and the Masters |
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of the Universe (MOTU) |
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